Todos los días hacemos una gran cantidad de cosas pequeñas porque todo cuenta. Los 10.000 pasos diarios, los 5 vasos de agua, las 5 piezas de frutas y verduras, desmaquillarte a las 5 de la mañana después de una fiesta loca… el bifidus activo… 😀
Pero muchas veces no somos conscientes de las pequeñas cosas que hacemos que van restando en este proceso. Hoy hemos reunido algunos de los que pueden estar perjudicando la salud de tu piel sin que te des cuenta.
No mantenerte activo.
La actividad física, incluso caminar, activa el metabolismo y la regeneración celular. Después de un entrenamiento o de una caminata la circulación se activa y seguro que has notado la piel fresca y con mejor color.
Olvidarte de beber agua.
La hidratación es fundamental para el correcto funcionamiento de tu organismo en general y de la piel en particular. Y por muchos cosméticos que uses si no bebes agua tu piel no estará bien hidratada.
Exceso de azúcar en la dieta.
El exceso de azúcar de nuestra dieta reacciona con el colágeno de nuestra piel en un proceso que se llama glicación. Esto destruye el colágeno y la elastina volviendo la piel más flácida.
No aclarar el acondicionador de tu pelo.
Las zonas donde el pelo está en contacto permanente con la piel son las zonas en las que suele aparecer el acné. No sólo la suciedad y grasa del pelo producen esta reacción. Los residuos del acondicionador obstruyen los poros si no se aclara bien.
Quedarte despierta hasta más tarde.
Por la noche la renovación celular es más intensa que durante el día. Si duermes pocas horas no solo tendrás hojeras. Hay estudios que indican que las personas que duermen menos horas de las recomendadas tienden a tener un envejecimiento acelerado y con ello una peor recuperación de la barrera cutánea.